CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE ESTUDIOS ADMINISTRATIVOS
Emprender: necesidad vs. oportunidad
Emprender no es cosa fácil, se hace por necesidad o por oportunidad. Según las estadísticas de la Comisión Nacional de la Micro Pequeña y Mediana Empresa (CONAMYPE) solo un 35 % de los emprendedores salvadoreños lo hace por oportunidad y el resto por necesidad. Es decir que ante la falta de una oportunidad laboral hay que hacer "lo que caiga" y muchas veces esa necesidad puede transformarse en una oportunidad de emprender.
Tradicionalmente, a los salvadoreños se nos ha conocido como gente emprendedora. Abundan las historias de personas que iniciaron su negocio en la cocina de su casa y ahora son propietarios de restaurantes o de franquicias que se expanden a nivel nacional e internacional, condición que es reconocida por empresarios de países vecinos; aun así cuesta ver el nacimiento de nuevas empresas, el país ha perdido ese espíritu emprendedor, hace 20 años se nos conocía como el "tigre" centroamericano y hoy en día somos el país que menos crece en la región económicamente hablando, quizá por el flujo de remesas de los últimos 30 años y la falta de oportunidades de formación. Los jóvenes especialmente han perdido el entusiasmo y les cuesta emprender. Asimismo, carecen de oportunidades reales de desarrollo y crecimiento profesional.
Es necesario reinventar la oferta educativa, la mayor parte de universidades saca profesionales cada año por docenas, la mayoría de ellos sin la menor idea de qué hacer con sus vidas, más que encontrar un "trabajito de lo que sea".
Según el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, el 65 % de los trabajos del futuro aún no se ha inventado. Pero sí sabemos qué es lo que está desapareciendo: el trabajo "de por vida" muchos empleos están desapareciendo reemplazados por máquinas.
Según esta fuente, los trabajos que más crecerán de aquí a 2025 son los relacionados con la tecnología (carreras vinculadas a informática y sistemas), los cuidados médicos como terapeutas y radiólogos (debido al cambio demográfico de la población) y los intérpretes y traductores. También existirán nuevas áreas que se desarrollarán fuertemente y requerirán de nuevos profesionales, como las ciencias ambientales (expertos en conservación del medio ambiente y defensa ante el cambio climático), la biotecnología (aplicada al desarrollo de aplicaciones farmacológicas específicas), la biomedicina, la medicina genómica, la nanotecnología, la ingeniería molecular y la mecatrónica (automatización de procesos industriales para hacer más sencillas las actividades a través de software).
Si queremos ver a un país diferente, los esfuerzos deberían enfocarse en estas últimas áreas. Quizá ahí la Política Nacional de Emprendimiento se convierta en un instrumento útil para el desarrollo de El Salvador, con más pupuserías, ventas de artesanías, sastres, panaderos o negocios tradicionales; así seguramente aliviaremos las condiciones de emergencia que viven las personas que por algún motivo no tienen un empleo. Pero no soñemos que con este tipo de emprendimientos mejorarán su condición de vida, es ahí en donde debefuncionar lo que muchos le llaman un "ecosistema" emprendedor, en donde confluyan el conocimiento de las universidades, los recursos del Estado y de la Cooperación Internacional, los esfuerzos de las ONG y fundaciones, pero sobre todo el conocimiento y la experiencia de los empresarios que es necesaria para formar y dar mentoría a sus futuros socios. De ese modo es como llegaríamos a volver a ganarnos el puesto como El Salvador, país de gente emprendedora.
3 de Septiembre de 2014 a la(s) 6:0 - Mauricio A. Chacón
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